Como cada año, mi familia y yo nos hemos ido de vacaciones a Portugal. Esta vez nos
dirigimos a la zona del Algarve y, al ser tantas horas de viaje, hemos hecho noche en
Elvas, una ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad ubicada cerca de la provincia de
Badajoz. Desde nuestra primera visita a la localidad hace dos años, en 2022, siempre
que vamos visitamos como acto religioso el Museo de Arte Contemporáneo de Elvas
(MACE), ya que fue ahí donde descubrí y me enamoré de la obra La novia (2001- 2005), una lámpara de araña creada a partir de 25.000 tampones de la artista portuguesa Joana Vasconcelos.
El MACE es el único museo con colección estatal formada por artistas portugueses, y
cada año cambian de exposición a partir de una relectura de ésta. La de este año tenía
por título "Jarra humana", estaba comisariada por Francisca Portugal y Sandra Vieira y contaba con las obras de Adriana Proganó, Ana Pérez-Quiroga, Ângela Ferreira, Bruno Zhu, Carla Filipe, Dalila Gonçalez, Daniel Blaufuks, Flavia Vieira, Gabriel Abrantes, Helena
Lapas, Hernâni Reis Baptista, Igor Jesus, Inês Zenha, João Pedro Vale, Nuno Alexandre
Ferreira, Lea Managil, Lourdes Castro, Luísa Cunha, Maria José Oliveira, Mariana Caló, Francisco Queimadela, Mónica de Miranda, Pedro Huet, Sara Graça, Sónia Almeida, Tomás Cunha Ferreira y Xana. El tema principal de la exhibición trata de la evolución del ser humano en tanto cuerpo-objeto, debido a la relación entre nuestro cuerpo y la cantidad de accesorios que usamos de manera habitual en nuestro día a día. Cada vez son más aquellos añadidos que nos identifican como personas y forman parte de nuestro ser, en cuanto a cuerpo-objeto.
Dentro de la muestra se puede destacar la obra Mocking stairs (2019), de Adriana Proganó, una escalera azul colocada encima de lo que es la escalera monumental del edificio museístico. Pero a diferencia de las escaleras del museo, ésta se encuentra totalmente
inutilizada e inconsistente, como si por ella hubiera pasado la misma atmósfera que derritió los relojes de Dalí y se negase a cumplir con su función primigenia de una manera burlona.
Mocking Stairs (2019) - Adriana Proganó. Exposición "Jarra humana" en el Museo
de Arte Contemporáneo de Elvas.
Asimismo, la pieza Constança, Esperança y Graça (2019) de Bruno Zhu también
resulta de gran interés, ya que el artista nos presenta una gran mesa donde ha dispuesto
toda una serie de objetos que tienen el mismo punto en común: los cuidados. A primera
vista parecen todos utensilios de cosmética y de cuidado personal: brochas, cuchillas de
depilar, corta uñas... Pero si miras con detalle, se puede identificar una serie de elementos camuflados dentro de éstos, sobre todo de cocina: ralladores, un batidor de mano... Son accesorios normalmente asociado a las mujeres, tanto los vinculados a la belleza como a la cocina. Hablamos de un cuidado personal, pero también de un cuidado colectivo: el comprar alimentos, cocinarlos y servirlos al plato forma parte de toda una cadena de cuidados que suelen permanecer ocultos y que, hasta hace poco, tan sólo se habían asociado al género femenino.
Constança, Esperança y Graça (2019) - Bruno Zhu. Exposición “Jarra humana” en el
Museo de Arte Contemporáneo de Elvas.
Por último, quiero comentar Discreet (2015), de Nuno Alexandre Ferreira y João Pedro Vale, la pieza que ocupa el lugar más privilegiado de toda la exposición: una sala cuyas paredes están revestidas de los típicos azulejos azules portugueses. Se trata de una obra que forma parte del proyecto Cruising Utopías, un guiño al libro de José Esteban Muñoz, que engloba toda una reflexión sobre temas tales como la teoría queer, lo gay y lo punk, la utopía y los problemas económicos y políticos que estos conceptos plantean. Los artistas nos presentan la palabra discreet creada a partir de un collage formado por fotografías tintadas de rosa de torsos desnudos de hombres cuya identidad no nos es revelada. El término discreet es el que muchos de los hombres bisexuales o gais usan para describir su situación: hombres no heterosexuales que están en el armario y no tienen intención de salir en un futuro cercano. Esto les permite mantener su privilegio aparentemente heteronormativo a la vez que complacer sus verdaderos deseos sexuales. Esta situación se da mucho en apps de citas gais como puede ser Grindr, donde fotografías de un torso desnudo masculino permiten a estas personas permanecer en el anonimato, sin identificarse ni con su rostro ni con su nombre.
Discreet (2015) - Bruno Alexandre Ferreira y João Pedro Vale. Exposición “Jarra humana” en el Museo de Arte Contemporáneo de Elvas.
Cierto es que esta exposición no sació mi curiosidad artística ni mucho menos. Fue entonces, para nuestra sorpresa, que una de las trabajadoras del museo nos mencionó que habíamos tenido la suerte de coincidir con el Festival da Arte em Rede na Región do Alentejo (FARRA), un evento periódico de artes visuales promovido por el propio museo. De
hecho, se trata de la primera edición de este festival, celebrado desde el 28 de junio hasta el 25 de agosto de 2024. Éste cuenta con la colaboración entre diversas instituciones y colecciones tanto públicas como privadas, teniendo como fruto la creación de un total de 30 exposiciones repartidas lo largo de la localidad portuguesa en diferentes lugares históricos como la Casa da Cultura, el Cine- teatro o la Casa da historia judaica. De esta manera, lo histórico y lo contemporáneo confluyen para dar lugar a toda una nueva lectura de significados tanto de las obras contemporáneas como de los espacios memorables de Elvas. Además, a lo largo de la duración del festival, se estos espacios se activan con la programación de una serie de performances, visitas guiadas y coloquios. Por falta de tiempo, no he podido visitar el total de las exposiciones, pero dentro de las que he podido conocer, he destacado 6 de ellas.
La primera que vi y, con total seguridad, la que más me impresionó, fue la instalación Um lugar chamado sob, de Isabel Cordovil, situada en la antigua cisterna de la ciudad construida en 1650. La artista nos presenta una poética narrativa de lo que hay debajo de la tierra: el inframundo. Las dos barcas colocadas bajo la tenue luz roja de la instalación nos remiten directamente al mito griego de Caronte, aquella figura barquera que permite el paso de las almas errantes entre los dos mundos: la vida y la muerte. Sin embargo, en este caso las dos barcas se encuentran vacías, como si estuviéramos visualizando un tiempo congelado, obligándonos a la mera contemplación en las escaleras que conectan la superficie con la cisterna, las mismas que nos separan del espacio intervenido. Quizás Cordovil, relegándonos a la superficie y evitando que entremos en ese plano intermedio y confuso del Estige, esté enseñándonos una premonición, un hecho futuro que aún no ha ocurrido, pero que nos espera a todos al final de la vida. Todas estas sensaciones se amplifican con la instalación sonora, una música de ultratumba que, junto a la propia humedad natural del espacio, nos ayuda a sumergirnos de lleno en la instalación creada por
la artista.
Um lugar chamado sob (2024) - Isabel Cordovil. Instalación en la cisterna de Elvas
dentro del marco de FARRA.
La última exposición que comentaré en este post —la otra mitad se hará en otro diferente—
será la muestra "Por um rio. Por um fio", de la colección João Luís Traça, comisariada por Susana Stoyanova y compuesta por obras de Adriana Proganó, Ana Morgadinho, Anastácia Kazmina, Bruno Grilo, Eva Gaspar, Fabio Colaço, Fátima Mendoça, Félix Vong, Isabel Medeiros, Jaime Welsh, Joana Aparício Tejo, Musa Paradisíaca, Pedro Valdez Cardoso, Rita Paisana y Stéphane Blumer en el Hotel Vila Galé Collection. A diferencia de otras colecciones, la de Luís Traça se construye de manera orgánica y espontánea, ya que las obras albergadas en su colección no tienen un tema que atraviesa a todas las piezas, sino que es precisamente ese eclecticismo de los objetos artísticos lo que la hace tan especial. De ahí el título de la exhibición: el río sigue su trazo sin un destino predeterminado al igual que la colección va en aumento sin un objetivo específico. Esta característica, sumada al espacio histórico donde se sitúa la muestra —el antiguo convento de São Paulo rehabilitado como hotel—, hace que esta exposición sea muy interesante de visitar.
La primera obra con la que te encuentras se trata de Oráculo (2019), de Pedro Valdez
Cardoso, un total de 22 pósteres colocados a los dos lados de las escaleras monumentales que dan acceso al resto de las obras de la exhibición. Todos los carteles comparten los mismos colores, pero se disponen de manera diferente, dando una sensación de unidad a la vez que de individualidad entre cada uno de ellos. Asimismo, todos presentan diferentes frases que pueden recordar a las que artistas conceptuales como Barbara Kruger representan en sus obras, oraciones con gran potencia que hacen pensar al espectador. El nombre de la pieza hace referencia a la deidad grecorromana que da respuesta a la pregunta personal, como si todos esos enunciados nos abrieran el camino hacia la sabiduría. Hoy en día esto se podría relacionar fácilmente con el horóscopo y el tarot, esas predicciones universales que nosotros, como espectadores, las hacemos nuestras.
Oráculo (2019) - Pedro Valdez Cardoso. Exposición “Por um rio, por um fio” en el
Hotel Vila Galé Collection en el marco de FARRA.
Una vez subes las escaleras donde se encuentra esta última pieza, el espectador llega a un espacio superior, posiblemente el lugar donde se situaba el coro alto del antiguo convento, donde están dispuestas el resto de obras. Allí se sitúa Climate Holocaust (2023), de Fabio Colaço, una pieza que, al igual que la de Valdez Cardoso, nos recuerda a esos neones utilizados en el arte conceptual, como los creados por Jenny Holzer, que vienen influenciados por los letreros lumínicos utilizados en los anuncios y vallas publicitarias. Sin embargo, Colaço utiliza esta carta de presentación para confrontarnos con un problema que cada vez tiene más importancia en nuestro día a día: el cambio climático. El artista ha reproducido en forma de neón un mensaje de grafiti encontrado en Zagreb, que, a diferencia del carácter efímero de la pintura, queda perpetuado en forma de luz, confrontándonos directamente con el problema, y haciéndonos pensar sobre el rumbo de las condiciones de nuestro planeta.
Climate Holocaust (2023) - Fabio Colaço. Exposición “Por um rio, por um fio” en el
marco de FARRA.
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